El blues es un género musical vocal e instrumental, basado en la utilización de notas de blues y de un patrón repetitivo, que suele seguir una estructura de doce compases.
El blues presenta como características principales el ritmo, el canto y la instrumentación. El ritmo del blues tiene un ritmo muy característico debido a su beat fijo, que permite que se pueda bailar. En cuanto al canto, presenta características del Góspel, con el shout, por ejemplo o las características inflexiones de la voz o los trinos y falsetes. El cantante expresa sus emociones, lo que es más importante en este estilo que la afinación. Sobre la instrumentación, predominan la guitarra, el bajo, la batería, la armónica, el piano, y, a veces, los vientos. El blues clásico se toca en doce compases y presenta tensiones armónicas repetitivas con acompañamiento vocal, que puede ser improvisado, y/o instrumental.